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martes, 9 de julio de 2019

La mentira "evangeloca" de "bendecidos, prosperados y en victoria"

Creo que son pocas las frases que al oír me causen tanta repulsión como escuchar a un cristiano responder al típico "cómo estás?" con el (pseudo) contundente "bendecido, prosperado y en victoria (total -según los mas valientes)". Tengo mis muchas discrepancias con ese dicho, pero también tengo la percepción de que es una fotografía del cristianismo de la generación anterior donde mostrar alta espiritualidad, mantener la apariencia y sostener el positivismo eran muy relevantes.

Ahora bien, quiero aclarar que yo creo en que Dios estaba trabajando en sus hijos en aquella época de una manera especial, pienso que fue un tiempo de Dios, el boom del evangelismo en muchos países y que no tendríamos tanto terreno recorrido y ejemplos si no fuera por esa generación de creyentes.

Dicho esto, sinceramente me parece que también esta generación sufrió bastante por la ignorancia que trae aparejada la fe ciega en lo que "dijo el pastor el domingo" como también en la búsqueda de tener esas experiencias espirituales sobrenaturales, en la proclamación de un evangelio apocalíptico, en la falta de "escudriñar las Escrituras" (que tanto promovía Cristo) que se reflejó en el legalismo y la diezmada interpretación de la disciplina bíblica, la cual fue motivo de varios abusos dentro de las iglesias y dejó la puerta entreabierta al postureo y la hipocresía mas descarada que hasta el día de hoy nos acompaña y por la cual somos tristemente célebres entre los inconversos.

A mi entender lo que mas se refleja y lo que hoy estamos cargando son las consecuencias del irrespeto a la Escritura (sea por omisión o por conveniencia), los temas que comunica y en qué contexto lo hace, el desbalance entre predicar la responsabilidad y los beneficios de ser un hijo de Dios, el escaso entendimiento y enseñanza de la gracia y la justicia divina, la malinterpretación del rol del pastor o líder, cuál es la sana convivencia y desarrollo de una comunidad de fe y cómo es el servicio dentro de la misma, etc.

Hay tanto... Y aún así Dios se movió en medio de su gente y hoy tenemos lo que tenemos por Su accionar y misericordia. Sin embargo, me duele pensar en que la próxima generación vaya a ver tantas fallas en mi tiempo como yo veo del tiempo pasado.

Para terminar mi punto sobre la frase, pienso que deberíamos responder con mas franqueza y sacándonos del centro para darle a Dios el lugar que se merece. Nosotros no estamos bendecidos, SOMOS bendecidos por la gracia divina aún en medio de la tribulación. No estamos prosperados, SOMOS sostenidos por la fidelidad de Dios en buenos y malos momentos. No estamos en victoria, SOMOS perdedores que necesitábamos que Cristo viniera a ganar lo que era imposible para nosotros. Y la buena noticia es que Jesús, el Salvador, vino para darnos vida abundante, porque de dentro nuestro y por mas que gritemos, escondamos y aparentemos, es imposible estar (ser) así.

Hasta la próxima!