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lunes, 30 de julio de 2018

Recordando lo que vale la pena

Hay cosas, secretos y recuerdos que guardo muy bien. Tan bien guardados están que a veces olvido que los tengo! Pero cuando vienen tiempos difíciles algunas memorias vuelven, y unas particularmente "ponzoñosas" resurgen del fondo de mis sesos de forma sutil, en una conversación o en una frase que me lleva a una cadena de pensamientos y llego en 5 segundos al recuerdo que va a ser responsable de una reacción que me va a cansar mentalmente. Proceso complejo si los hay, los que se estresan de más por cualquier cosa entenderán.

Creo que cuando Dios inspiró a los escritores de la Biblia a que meditemos en Su Palabra estaba previendo que íbamos a tener episodios así, y nos "armó" con un buen arsenal de promesas, historias y muestras de amor para poder combatir al corazón (después de Satanás creo que lo mas engañoso y traicionero que he visto) y ganar esa batalla. Ahora, si vos sos como yo (que guardo muy bien las cosas en mi cerebro) quizás te canses "buscando" donde dejaste este arsenal.

Ahí está la cosa al menos en mí, pero cuando pienso en que si Dios habló en Su Palabra de que "echemos nuestra ansiedad sobre él porque él cuida de nosotros" nos está invitando/coaccionando a que lo hagamos por nuestro bien! Si dijo que "si tiene cuidado de los pájaros y de las plantas cuánto mas de sus hijos"... Es porque lo tiene! Si está escrito que "es quien cuida de nosotros" definitivamente lo hace!

Yo no sé a vos, pero a mí Cristo me ha demostrado que está interesado en glorificarse en mi vida, tiene sus razones para hacer sus movidas en mis situaciones, las cuales traerán a su Reino las consecuencias que Él crea son las mejores y encima, en medio de eso,me demuestra que me ama aún con mis (muchísimos) defectos y me usa en lo que soy menos bueno, solo para demostrar quien tiene la papa en la mano.

Te deseo que cuando vengan esos recuerdos o pensamientos conozcas al Dios que yo tengo para no solo pasar por la tormenta sino salir fortalecido y confiando cada vez más en aquel que dió todo, incluso a Su Hijo Jesús, para acercarse a vos y a mi!

lunes, 9 de julio de 2018

Ya son 7 años...

Cómo me voy a olvidar? Mi primer vuelo... Iba ca(r)gado hasta arriba de cosas, dudas, pensamientos. Todo eso en mi mente pero por fuera tratando de mostrar tranquilidad, algo que aprendí en casa porque mi madre hacía lo mismo.

Yo no entendía bien lo que estaba haciendo, solo quería confiar en Dios y mandarme al viaje que había frente a mi. Nunca me gustó viajar (me enfermaba siempre) no fui aventurero ni explorador, ni siquiera alguien que intentara cosas nuevas a menos que otros me demostraran que valía la pena hacerlo. Pero esto, sin saber que me iba a deparar, tenía toda mi atención. Yo quería saber que había del otro lado. Y también estaba eso de no quedarme con la espina del "que hubiera sido si..." porque al final del viaje estaba la mujer que yo había elegido para compartir mi vida y lo que nos separaba al final eran 10 horas de viaje, nada mas (y nada menos).

Sinceramente, de haber sabido que en estos 7 años íbamos a pasar tantas cosas y tantos cambios creo que mi "yo del 2011" no se hubiera subido a ese avión. Pero si mi yo actual le hubiera dado la información también le daría consejos a el, a su familia y a sus amigos.

Le diría que los primeros 3 años fueron los peores pero que después la cosa fue mejorando, que un buen tip es apenas se case se vaya a la que hoy es nuestra iglesia, que no tema a los desafíos (porque van a haber muchísimos) pero que si trate de encontrar personas, actividades y lugares para desahogarse porque estar lejos no es fácil y menos en una cultura tan diferente a la propia. Ojalá y tenga la meta de salir de ese barrio a otro lugar o busque arreglar el lugar donde viva para poder dormir tranquilo. Que guarde su mente y su corazón de todo lo que no le compete y si eso significa dejar de oír a personas, por mas cercanas que sean, que lo haga. Que no idealice a su país, ni a sus familiares y mucho menos a sus amigos porque muchos se van a olvidar o no van a saber acompañar a ese corazón confundido y sin un lugar donde descansar. Y una de las mejores... No vayas a jugar al fútbol después de hacer una hora de ejercicio, no sea cosa que te jodas el tobillo.

Sin dudas hay muchos otros consejos por ahí, lo que quisiera es haber tenido esa charla conmigo mismo y haber animado al "yo 2011" a que aún con todo, se subiera a ese avión porque esta experiencia lo va a hacer crecer bastante. Y al final la vida es eso, experiencias que te gusten o no te hacen crecer,  porque todos necesitamos madurar.