Bienvenida

Un lugar donde podés leer de todo... Lo que salga de mi mente.

viernes, 6 de mayo de 2011

Superficialmente profundo.


A veces tendemos a ver solo por ver, a hablar solo por hablar y a pensar solo en base a estas acciones. Creo que no es nuevo ver que tanto Facebook como Twitter y otras redes sociales son instrumentos para explayarse que dejan a criterio (bueno o no) del lector lo expresado y que posición tomar en base a lo dicho.

Pienso que habemos, en diferentes temas, personas que queremos saber el “Que” pero no el “Por qué” ni el “Para que” ni menos el “De que”… Solo queremos saber “Que”. Como pasa mucho, con saber por un estado de Fb que en una relación esta todo mal, ya da para cranear sin buscar mucho fundamento, y armamos historias profundas partiendo de bases de algo tan superficial como una frase puesta en una red social que quien vaya a saber que tiene de cierto, que de sobrevaluado y que de broma.

Hay gente por ejemplo que por ver una foto o un comentario entre dos personas ya imaginan y vuelan, pero no van a la fuente a sacarse la ignorancia, a veces llegan al borde de preguntarle a otros pero nunca a los implicados. Otros solo se hacen la mente tratando de atar cabos basados en lo que se vio y el cómo se posicionan ellos ante esta demostración pública de “algo”.

Un ejemplo a seguir para mi y tantos otros es el de ir a consultar a la fuente. Hay tanta trama en medio de un rumor como la que los que lo llevan quieran ponerle. Recuerdo haber malinterpretado a alguien una vez y contar lo que oí a una persona. La idea era que fuera una pavada sin importancia que quedara entre los que estaban ahí, pero esta persona se lo paso a otra asi como yo lo había oído, sin preguntar a la fuente, y asi se fue dando el rumor, que hasta hoy seguiría (si es que a alguien le importa ya) hasta que no se vaya a la fuente.

Digamos que con Dios es lo mismo. Podemos hablar de El, dar testimonio y predicar, pero nuestro fin no es presentarles una obra acabada sino invitar a la gente a que indague por sus medios en el misterio de la salvación y el amor de Jesús por nosotros. Sí, tenemos que hablar. Sí, tenemos que ser y dar testimonio. Sí, nuestra es la responsabilidad de hacer discípulos. Pero no es nuestra la obligación de pasar tiempo de calidad con Dios por ellos.

A esto voy, en vez de conocerlo de oídas (y a veces parece bastar con solo un “que”) está bueno para crear en nosotros y promover a los demás el querer conocer al punto de “por qué”, “para qué” y “de qué” en este terreno donde quien responde es Dios mismo y busca que le preguntemos sobre El. Las reacciones no se van a hacer esperar y tampoco los comentarios… Pero con mas fundamento seguramente.

Gracias por tu tiempo!

1 comentario: